-¿qué sí...?-, -¿qué sí...?-, -¿qué sí...?-.
Prefiero tener la propia voluntad
de hacer lo que de verdad pienso, deseo, lo que de verdad quiero. Actuar como
lo desee, y no como mi alrededor quiere que lo haga. Moverme como mi cuerpo
quiera moverse, sin importar las acusaciones de mi entorno. Llorar las veces
que sea necesario, porque llorar no te hace menos hombre. Vivir mi vida
a mi manera, porque al final del camino, el que va a tener que cargar con sus
propios problemas, soy yo. Y por ultimo y fundamentalmente, amar condicional e incondicionalmente a quien mi
corazón verdaderamente ame, y no a quien debería amar.
No sé lo que será sentir un amor
como el de Romeo, que te permita cruzar largas fronteras o profundos océanos,
pero me gustaría creer que, de vivirlo algún día, tendré el coraje de aferrarme
a lo que de verdad sienta mi corazón.
Manu López.
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