Es extraño pensar en los momentos que pasábamos juntos, en las canciones que solíamos cantar, en las sonrisas.

Es extraño pensar que todo eso se ha ido. 

Ayer te vi, e incluso solo mirarte se siente mal.

Vos dijiste que debías tomarte un tiempo, que fue un momento de debilidad, pero lamentablemente dijiste Sí.

Debiste haber dicho no, debiste haber regresado a tu casa.

Debiste haberlo pensado dos veces antes de hacer lo que hiciste.

Debiste haber recordado la palabra No, en el momento en que lo hiciste con él.

Yo debería haber estado dentro de tu mente en ese momento, y yo ahora no debería estar preguntándome ¿por qué?

Tú no deberías estar rogando perdón a mis pies, deberías haber dicho No en un principio.

Y en este momento, podrías aún tenerme.

Sé que tienes las palabras perfectas que decir para remediarlo todo.

Pero, honestamente ¿esperas que todo vuelva a ser lo mismo?

Decís que el pasado es pasado, que necesitas una oportunidad, que fue solo un momento de debilidad, pero lamentablemente, la decisión que tomaste fue decir Sí.

Pero antes de que te vayas, no puedo resistir preguntarte: 

¿Sos verdaderamente feliz ahora?

¿Valió la pena?

¿Valía él la pena?